• Comenta Jesús Salazar Nishi, presidente del Comité de Plásticos de la Sociedad Nacional de Industrias y gerente general de Koplast, con quien hablamos sobre el avance de una estrategia eco amigable en las industrias y el reto que supone para la recuperación de la economía.
• La economía circular es un sistema de aprovechamiento de recursos donde se prioriza la reducción, la reutilización y el reciclaje de los elementos. Esta funciona extendiendo la vida útil de los productos y reubicando los desechos desde el final de la cadena de suministros hasta el comienzo de la misma.
• Mientras mayor sea su eficiencia, se obtendrá un diseño sostenible y eco innovador, convertido en avances técnicos que puedan transformar los residuos en recursos.

La generación de residuos sólidos urbanos en los países de América Latina y el Caribe alcanzó un volumen de 540 mil toneladas diarias en el 2017 y se espera que, para el 2050, llegue a 671 mil toneladas cada día. ¿Qué papel juega aquí la economía circular?

Yo diría que es fundamental, porque en eso se basa el inicio de toda esta filosofía de la economía circular. Se trata de encontrar una forma de vida que sea sostenible. La economía lineal (que es a la que estamos acostumbrados por muchos años) es simplemente tomar un recurso, producirlo, venderlo, usarlo y botarlo: eso ya no es sostenible. Necesitamos tener una estructura que reincorpore los productos post-consumo nuevamente a la vida activa de producción. Esto pasa por muchas fases: comprender que la economía circular solo será sostenible si esto lo entiende el consumidor, el productor y el Estado que regula las reglas de juego en conjunto para que esto sea sostenible.

En el 2018 se aprobó la primera estrategia europea sobre los plásticos como parte de la transición hacia una economía más circular. Eslovenia, Italia, Polonia, han adoptado hojas de ruta hacia dicha economía. ¿Qué ha cambiado desde entonces?

Hay que reconocer que Europa son los pioneros de la economía circular. Han avanzado mucho y están colaborando con otros países para alcanzar esta ruta. La comunidad europea a través de su embajador en el Perú, viene realizando foros y simposios: Este año va a ser el 3er año consecutivo de trabajo, generando educación y cultura al respecto.

El mundo, ya no es el mismo: El que quiere hacer una empresa ahora en el Perú, ya debe tener dentro de su lineamiento políticas y filosofía de trabajo la economía circular. Lo que ahora hay que buscar es que las empresas transiten a ella.

La economía circular no solo nace en los procesos de recolección, ¿qué factores se ven involucrado en la estrategia de sostenibilidad?

Hay que entender la economía circular como una filosofía: Una manera de ver las cosas, pero holísticamente. Si solo enfocamos la economía circular desde la dimensión ecológica, ésta no va a ser sostenible. No podemos dejar de pensar que también tiene otras dos dimensiones: La social y la ecológica.

El Estado debe entender su rol promotor en el que el fabricante comprenda su responsabilidad al colocar un producto en el mercado. Al nivel de la sociedad, el consumidor debe saber orientar sus compras y premiar al productor que sabe usar los recursos de manera correcta. Esto, la verdad, no se resuelve con leyes, se resuelve con mucha educación. Esto es cultura.

Sin embargo, en el Perú los primeros eslabones del reciclaje se encuentran tomados por la informalidad.

El reciclaje en el Perú está en manos de la informalidad. El reciclaje es solo un eslabón de la economía circular, pero ¿por qué es informal? Porque nuestro Estado no fomenta la formalidad. Si ese señor que recoge y recicla diariamente se formaliza, va a tener que pagar impuestos, fiscalizaciones; y eso lo desalienta. Tenemos que buscar mecanismos de formalización que sean simples. Hay que darle todos los mecanismos para que se formalice y de esa manera nosotros, los industriales, podríamos comprarles sus productos a través de un canal regulado.

No se trata de sacar leyes que castiguen al que no lo hace, sino leyes que fomenten y alienten la inversión en la economía circular.

En la experiencia nacional nos vemos con una nueva oportunidad de cambio. Se habla de la Actividad Emprendedora Temprana donde las PYMES establecen modelos de negocio con miras a la economía sostenible. ¿Podríamos hablar de una simbiosis industrial?

El 19 de febrero del presente año se aprobó la Hoja de Ruta hacia una Economía Circular en el Sector Industria, sin embargo, con la llegada de la pandemia, ¿cómo se han modificado los objetivos y metas del proyecto?

Los objetivos no se han cambiado, pero sí hemos entrado a una etapa de desaceleración de su aplicación por toda la coyuntura que estamos viviendo. Sin embargo, la hoja de ruta fue lanzada en la Sociedad Nacional de Industrias de mano del MINAM y PRODUCE. Tanto es así que la Sociedad Nacional de Industrias ha creado una Comisión de Economía Circular en la que estamos industriales del plástico, de la confección, de la metalmecánica, entre otros. La principal tarea y compromiso que tenemos como Gremio Industrial es concientizar a nuestros socios que tienen que transitar hacia una hoja de ruta de la economía circular.

Esto va a tomar un poco de tiempo porque, por los mismos problemas de la emergencia sanitaria, hemos reenfocado los objetivos este año. Pero no tengo dudas que el próximo año ya con un nuevo gobierno o el actual, podríamos empezar a ejecutar algunas de esas pautas.

Con miras al 2021 y la crisis económica que se avecina en el país, ¿cuál es el rol y desafío que tiene la Sociedad Nacional de Industrias en la reactivación de mano de la economía circular?

El principal desafío es cultural, nos afecta a todos. Es difícil entender para algunos industriales que tenemos que hacer inversiones: cambiar matrices, diseños, recurrir al ecodiseño, etc. Todo esto se cambia de a pocos y necesitamos apoyo. Se requiere mucha innovación en el proceso de la Hoja de Ruta. Necesitamos que el Estado se haga presente.