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o cabe duda que Chile enfrenta un período difícil.

El plebiscito del 4 de septiembre, ha producido un áspero debate. El Gobierno entró, directamente, en la campaña del Apruebo, lo que ha merecido reproches de la Contraloría General de la República. La economía no crece. Tenemos la inflación más alta en muchos años y los presupuestos no alcanzan. Las familias están preocupadas por el aumento de la delincuencia y la falta de seguridad. En el Norte, continua la inmigración ilegal. En la Araucanía hay una crisis muy grave y no se anticipa una solución rápida.

Chile tendrá que estudiar la manera de resolver sus problemas.

Esto nos hace recordar una situación que el país vivió en el siglo XIX, después de la declaración de Independencia. Esta era la más pobre y más lejana de las colonias españolas. Sin embargo, a los pocos años, y una vez organizada la República, se pudo vencer esas dificultades, al parecer, insuperables.

El historiador Diego Barros Arana, comenta, en una de sus obras, el informe que un diplomático inglés envió a su Gobierno, en 1875, describiendo a Chile como “una nación sobria, práctica, laboriosa, gobernada prudentemente y formando un gran contraste con los otros Estados del mismo origen”.

Concluye su informe el diplomático inglés, con la siguiente frase “todo esto puede resumirse en dos palabras: trabajo y cordura”.

Cabe esperar que, en estos momentos, en que los chilenos estamos viviendo dificultades, al parecer insuperables, podamos encontrar, nuevamente, el camino para estas dos virtudes: “trabajo y cordura”.

Por José Luis López Blanco, abogado