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La economía circular empieza a avanzar por diversos frentes en la industria colombiana

Ya empresas claves de los segmentos de lácteos y cemento tienen proyectos concretos en marcha. El país cuenta desde 2018 con una Estrategia Nacional de Economía Circular, uno de los instrumentos con los que se busca aumentar la tasa de reutilización de residuos.

Con la economía circular se busca que los subproductos que se generan en la actividad industrial no terminen en los rellenos sanitarios y, por el contrario, se aprovechen al máximo en toda la cadena de valor de la industria. De esta manera se elimina la economía lineal donde se extrae materia prima, se producen bienes y servicios y se generan desechos. Esto además de generar una evidente reducción de los impactos negativos al ambiente, otorga beneficios económicos para las empresas que lo implementan.

En Colombia, desde el año 2018, se cuenta con la Estrategia Nacional de Economía Circular y política de crecimiento verde inmerso en el CONPES 33934 que pretende, entre otras cosas, aumentar la tasa de reutilización de residuos para el año 2030. Con esta estrategia el Gobierno Nacional busca incentivar a productores, proveedores y consumidores a desarrollar e implementar nuevos modelos de negocio que busquen una mejor gestión de los residuos, logrando un manejo eficiente de los materiales.

Con esta iniciativa en marcha, el país ha dispuesto de metodologías de medición con el Departamento Administrativo Nacional de Estadísticas (DANE) con las que se busca conocer el estado de avance de esta política en diferentes sectores de la industria, además de conocer cómo esto impacta en la economía. Por su parte la Corporación Ambiental Empresarial (CAEM) filial de la Cámara de Comercio de Bogotá (CCB) viene trabajando desde el 2020 con 135 empresas en un proyecto relacionado con la producción y comercio sostenible, principalmente en la formulación de un modelo de residuos empresariales para Bogotá y la región.

Según Diana Aguilar, coordinadora de alianzas estratégicas y nuevos negocios de la CAEM,  “la puesta en marcha está muy focalizada en poder dar alternativas de aprovechamiento del manejo de residuos, poder dinamizar la economía de esos actores presentes en cada una de esas cadenas y generar alternativas de apoyo para promover el tema de economía circular, aprovechamiento y reducción en el volumen de residuos en rellenos sanitarios”. Con estas empresas, que hacen parte del Cluster de la CCB, están trabajando en la cadena de valor de tres residuos generados por el sector industrial que son los residuos de construcción y demolición, residuos plásticos y de celulosa.

Asimismo, afirma Aguilar, están coordinando con las Secretarías Distritales de Ambiente y del Hábitat, generando el modelo de trabajo con el fin de proponer estrategias que promuevan su implementación y sostenibilidad. “El objetivo es que a mitad de este año se pueda lograr su implementación”, indicó.

Desde el sector construcción también se están llevando a cabo iniciativas que promueven la economía circular. Es así como desde el gremio de la Construcción en cabeza de la Cámara Colombiana de la Construcción (CAMACOL), se están buscando implementar estas medidas. La entidad afirma que “en el 2019, estuvimos en Holanda, en una misión enfocada a este importante tema, y desde los Países Bajos trajimos muy buenas experiencias y conocimientos para aplicar en nuestras compañías, en la construcción, en los industriales y en la financiación”.

Desde el gremio buscan un uso correcto de los materiales y, alineados con la política pública del Gobierno Nacional de crecimiento verde, están enfocados en repensar el uso de los inmuebles y el tipo de materiales con los que trabajar. “Migrar a modelos que permitan la habitación compartida de los inmuebles y desde luego, cada vez más, vincular el diseño hacia elementos que permitan la reutilización de esos materiales en el futuro”, afirmó la entidad.

Según Diana Aguilar, los beneficios de implementar la economía circular en las empresas van desde el necesario cumplimiento de la normatividad hasta aumentar el valor de los subproductos generados, otorgando un ahorro en la disposición final de los residuos, en la producción y aumento de la productividad. “Pasar de una economía lineal a una circular, permite traer beneficios económicos a las empresas, ya que se van a ahorrar costos de disposición final. Esto redunda también en la producción, aumento de la productividad por una gestión más adecuada de sus subproductos”, afirmó.

Dos casos de éxito en su implementación en el país

La empresa Alpina de producción de lácteos y Cementos Argos de producción de cemento, vienen implementando medidas para la puesta en marcha de la economía circular. Las dos empresas son líderes en el sector en el país y trabajan desde hace años en la búsqueda de reducir su impacto ocasionado por su actividad industrial.

Es así como Alpina anunció a inicios del mes de enero de este año su compromiso a ser plástico neutro para el 2022 por medio de la recolección, reducción, reincorporación, reciclaje y aprovechamiento del plástico. La empresa espera reducir su uso de plástico transformando la presentación de algunos de sus productos, pasando de tener etiquetas de plástico a etiquetas de cartón de fabricación de pulpa de bagazo de caña, logrando con eso que los envases pasen de ser 100% plástico a 39% material biodegradable. Con esto esperan dejar de poner en el mercado 2,3 toneladas de plástico en el 2021.

Por su parte, Cementos Argos lleva trabajando desde hace años en la puesta en marcha de métodos con los que logre reducir su impacto, apuntando a distintos proyectos como el “Cemento Verde”, generado del uso de arcillas activadas térmicamente, logrando con esto una disminución del 38% de las emisiones de CO2 y un 30% en el consumo de energía. No es un dato menor que la industria del concreto y del cemento representa el 13% del PIB mundial: si este sector logra una reducción y visualiza un cambio, la economía circular puede ser una realidad.

Foto: Ministerio de Comercio

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