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“Hay indicadores que nos hacen pensar que estamos en un ciclo alcista en el pecio del cobre, como la introducción de vehículos eléctricos”

“Hay indicadores que nos hacen pensar que estamos en un ciclo alcista en el pecio del cobre, como la introducción de vehículos eléctricos”

En Asia y Europa estas nuevas políticas para la electrificación de transporte serán fuertes, lo que dinamizará la demanda de cobre, sostiene Alfonso Tejerina, director y gerente de Global Business Reports.

El precio del cobre actualmente está alrededor de US$ 3.5 la libra, valor que no se registraba desde marzo del 2013, lo que lleva a los actores de la industria a peguntarse si estamos ante un nuevo ciclo alcista.

Para Alfonso Tejerina, director y gerente de Global Business Reports (GBR) existen fundamentos sólidos para creer que sí, debido principalmente a la imparable introducción de los vehículos eléctricos.

Al respecto, dijo que el Reino Unido ha adelantado al 2030 la prohibición de vender vehículos de combustión interna, es decir a partir de ese momento en el Reino Unido solo se venderán vehículo híbridos o eléctricos.

En Asia y Europa estas nuevas políticas para la electrificación de transporte serán fuertes, lo que dinamizará la demanda de cobre”, sostuvo.

Además, dijo que otros factores para el mayor precio del metal rojo serán la alta demanda de China, cuya economía se viene recuperando luego del Covid-19 que los azotó fuertemente en el primer trimestre del 2020.

A ello se suma la inversión en infraestructura de muchos países, con planes de estímulo, que buscan reactivar la economía a través de obras públicas.

Asimismo, dijo que, por el lado de la oferta, se prevé un déficit productivo debido a falta de proyectos. Para este año se estima que ya hay un pequeño déficit de cobre en el mercado y se prevé para el 2024 el déficit alcanzaría las 200 mil toneladas anuales de cobre fino.

Los grandes productores de cobre, como Chile, ven cómo sus minas van madurando, bajan las leyes, suben los costos y eso impacta en la capacidad de aumentar o mantener la producción en los niveles actuales”, sostuvo.

En lo que respecta a Perú, la producción de cobre en los últimos años ha venido bastante estable, en el 2019 cuando alcanzó las 2.450.000 toneladas de cobre, registrando un incremento de 0.8% frente al 2018.

La producción de cobre de Perú alcanzaría los 3 millones de toneladas en los próximos años, debido a los proyectos que están actualmente en construcción como Mina Justa, la ampliación de Toromocho y sobre todo Quellaveco, proyecto que por sí solo añadirá el 2022 unas 300 mil toneladas de cobre fino al año”, comentó.

Agregó que muchas empresas grandes dedicadas a metales preciosos como oro y plata están entrando de lleno a los metales básicos como el cobre. Detalló que en Perú Gold Field entró a participar con el 16.14% en Chakana Copper y Buenaventura entró a participar con el 19.9% en Tinka Resources.

Sin embargo, no todas son buenas noticias, ya que según dijo la inversión en la fase de exploración viene disminuyendo. En el 2019 la inversión para este concepto alcanzó los US$ 357 millones (el más bajo en toda la década), cuando el año previo fue de US$ 400 millones, y un año antes ascendió a casi US$ 500 millones.

Es muy necesario que el sector invierta en explotación, de otra manera no se puede renovar reservas y generar nuevos proyectos que nos permitan incrementar o mantener nuestra oferta de cobre (y otros metales)”, finalizó.

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