Economista Hans Rothgiesser apunta que la propuesta del Ejecutivo no es contracíclica, con lo que la gente tendría más dinero en los bolsillos, sino que se prefiere cargarla con más tributos, desincentivando el consumo y la inversión privada. Esto tendría un afán populista para una política clientelar de gasto descontrolado.

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na propuesta de reforma tributaria planteada por el Gobierno peruano incrementaría en S/ 12,000 millones la recaudación de impuestos, estima el Ministerio de Economía y Finanzas (MEF).

“Nuestra expectativa es que podamos aumentar la recaudación en un punto y medio del PBI en un plazo relativamente corto, eso significa unos S/ 12,000 millones anuales adicionales”, dijo Pedro Francke, titular del MEF, durante una conferencia de prensa.

Esta reforma, que se daría si es aprobado el pedido de facultades legislativas del   Ejecutivo, implicaría diversas modificaciones en el Impuesto a la Renta (IR), el Impuesto General a las Ventas (IGV), el régimen fiscal minero, entre otros.

“Medidas como esta suelen tener un impacto de corto plazo por las tasas adicionales y las medidas de política tributaria, y algunos impuestos que se van a ir madurando un poco más en el tiempo”, agregó.

Por su parte, el superintendente de la Sunat señaló que no podría precisar una estimación, pues el monto dependerá de cómo finalmente sea diseñada la reforma.

“Nosotros no fijamos las tasas, pero vamos a colaborar estrechamente con el MEF proporcionando toda la información que sea necesaria para establecer la tasa más adecuada para poder elevar los niveles de recaudación“, dijo durante la conferencia del MEF.

Cabe mencionar que hace unas semanas la Sunat indicó que se podría recaudar más de S/ 137 mil millones en impuestos durante el 2022, esto sin contar los cambios que se plantean con la reforma tributaria.

Mirada crítica

Sobre este tema, el economista Hans Rothgiesser, elaboró un análisis a través de una serie de comentarios que publicó en su cuenta personal de Twitter (@mildemonios), los cuales compartimos a continuación:

El documento de 72 páginas en el que presenta su propuesta [de reforma tributaria]  incluye muchos problemas. Primero, en el mundo de hoy existe consenso en que las políticas de un gobierno deben ser contracíclicas.

Es decir, cuando una economía está reprimida y queremos reactivarla -como ahora-, lo que el Estado debe hacer es reducir los impuestos, de tal manera que la gente tenga más dinero en los bolsillos. Así consumen más, lo que demanda más productos y promueve producción.

El ministro Francke propone lo diametralmente opuesto. O sea, va contra todo lo que se sabe de economía de las últimas décadas: Está proponiendo más impuestos. Es más, impuestos por todos lados. Desincentiva consumo, desincentiva inversión privada, etc. Fatal.

Segundo, todo el enfoque de Francke está errado en un pequeño y crucial detalle. El problema de fondo de la estructura tributaria peruana es que pocos agentes pagan mucho impuesto. Solo piensen en la informalidad laboral. Alrededor del 70% informal no paga impuestos.

En vez de pensar cómo hacer para que más peruanos y más empresas informales paguen impuestos, está pensando en cómo hacer que esos pocos que ya pagan impuestos paguen aún más impuestos. Es políticamente rentable, aunque perjudicial para la economía.

Después de todo, esos peruanos que ya pagaban impuestos y que ahora pagarán más aún de todas maneras no votaron por Perú Libre y nunca lo habrían hecho. Los informales, en cambio, dejarían de hacerlo si de pronto tuvieran que pagar impuestos. Habría descontento.

Tercero, esto no es una reforma. Mentira. Esto es la creación de nuevos impuestos para que familias y empresas paguen más para financiar sus grandes anuncios de aumentos de gasto. Una verdadera reforma lo simplificaría todo, no lo complicaría. Lo haría más eficiente.

En el Perú no todos pagan impuestos y eso no es casualidad o avaricia de los peruanos. Eso es racionalidad económica. Resolver el problema es trabajoso, pero posible.

Cuarto, para qué quieren recaudar más. ¿Para darlo en bonos mal diseñados? Si fuera para ayudar a los más necesitados, en fin, se puede hacer el esfuerzo. Comencemos por el detalle de los bonos. Estos tienen alta filtración (terminan en manos de quien no los necesita).

Y poca efectividad (no están logrando su objetivo). Si estuviera mejor focalizado, en fin. Pero no es el caso. Peor aún, ¿han seguido los anuncios del presidente en provincias? Sus promesas son preocupantes. ¿Subir sueldos a docentes a cambio de nada?

Es más, en su reporte en El Peruano se dice puntualmente que nos están cobrando más para hacer más gasto social. Dicen que buscan impulsar el empleo, pero el empleo sostenible no se genera con recursos del Estado, sino con inversión privada.

Quinto, si con esto evitáramos endeudarnos, en fin. Pero ése TAMPOCO es el caso. (O sea, ¡este MEF no le da a una!). Francke acaba de aprobar la emisión de bonos por US$4,000 millones (que es un requete montón) de endeudamiento público.

Esto equivale a impuestos que estás usando hoy, pero que los cobrarás a los futuros peruanos. O sea, no satisfecho con chuparnos más sangre hoy, nos está chupando por adelantado la sangre del mañana. ¿Y para qué? ¿Para esto? [adjunta nota sobre intención del Gobierno para que el Banco de la Nación compre deuda de los microempresarios].

Si nos estuviesen chupando más sangre para hacer programas sociales incuestionables, como los que en algún momento hemos tenido, o buenos programas de compensaciones, idem, en fin. Pero esto es para más populismo y más ‘así es la vida’. No, lo siento. Paso

*Con información de RPP