Con muchos países sumando en su agenda un futuro sostenible, Perú también se une a la carrera de H2 verde. Conversamos con el presidente de H2 Perú sobre los proyectos que vienen desarrollando y analizamos el contexto peruano.

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El hidrógeno verde es considerado por muchos expertos como la energía del futuro que podría ser capaz de reemplezar los hidrocarburos al 2050. Alrededor del mundo, los países vienen implementando en su agenda hojas de ruta que tienen en cuenta a este vector energético como elemtno clave en la reducción de  CO2.

En este contexto, H2 Perú es la Asociación Peruana de Hidrógeno, un espacio colaborativo sin fines de lucro cuyos Estatutos han sido aprobados por Asamblea General Extraordinaria de Asociados del 18 de diciembre del 2020 e inscrita en los Registros Públicos el 09 de febrero del 2021.

H2 Perú busca generar espacios de interacción que permitan intercambiar visiones, experiencias, y necesidades para identificar oportunidades. En esta línea, las empresas y organizaciones líderes vienen asociándose para compartir la visión a largo plazo de una economía descarbonizada a través del uso del hidrógeno verde, para un crecimiento resiliente y sostenible del Perú. Entre ellas están ABB, Cerro Verde, Industrias Cachimayo, Engie, y otras.

Estación Industria se comunicó con el presidente de H2 Perú, Daniel Cámac,quien comentó acerca del trabajo de la asociación y analizó el contexto peruano para un desarrollo con energías limpias.

¿Cuál es la necesidad que vieron en Perú para crear la Asociación Nacional de Hidrógeno?

El Perú cuenta a la vez con un alto potencial de producción de hidrógeno verde por sus recursos renovables (eólico en el norte, solar en el sur) y con un potencial mercado interno, que permitiría desarrollar de forma temprana la industria. Esas son condiciones favorables para producir hidrógeno a costos muy competitivos rápidamente. Es viendo este contexto que con Carlos Diez Canseco y Gaelle Dupuis decidimos crear H2 Perú, Asociación Peruana de Hidrógeno.

¿Qué elementos facilitaron la respuesta de las empresas a asociarse al gremio?

Cinco meses después de su lanzamiento, la asociación ya cuenta con 17 socios corporativos, de los sectores minero, energía, hidrocarburos, proveedores, ingeniería, etc. También estamos trabajando alianzas con los sectores públicos y administrativos. El interés por el hidrógeno verde es realmente fuerte: el Perú tiene metas claras de reducción de emisiones, y el sector privado también tiene metas drásticas. Todos somos conscientes que el hidrogeno verde es clave para la descarbonización de la economía.

¿Qué falta para potenciar las energías limpias y el hidrógeno verde en nuestro país?

Aún falta un marco regulatorio e incentivos para permitir que en sus inicios la industria sea atractiva para los inversionistas, y el país necesita definir su hoja de ruta. Es parte del rol de la asociación contribuir a la elaboración de estos instrumentos.

¿Qué proyectos vienen desarrollado para contribuir al desarrollo de un futuro sostenible?

Con su socio estratégico ENGIE Impact, la asociación acaba de terminar el primer estudio del potencial del Perú en cuanto a hidrógeno verde, lo publicaremos en algunas semanas, tiempo de analizarlo y producir nuestras conclusiones. Por otro lado, estamos participando en varios eventos para informar sobre hidrógeno verde y más que todo estamos preparando un ciclo de capacitación con un componente abierto a todo público y otro destinado a expertos, que tendrá lugar en septiembre-octubre. Tenemos tres comités muy activos que están trabajando sobre recomendaciones para una hoja de ruta, identificando los estudios necesarios, reflexionando sobre potenciales pilotos, y construyendo nuevas alianzas.

¿Qué estrategias vienen realizando para trabajar en conjunto con empresas privadas y entidades públicas?

La contribución del hidrógeno verde a la reducción de emisiones hace que exista un incentivo natural para que las empresas tanto del sector público y privado se comprometan en contribuir a la generación del ecosistema del hidrogeno y busquen que este vector energético se posicione en el país.

¿El contexto político ha afectado su trabajo como gremio? ¿Por qué?

H2 Perú es una asociación nueva que busca aportar positivamente al crecimiento sostenible del país; en ese sentido, consideramos que existen coincidencias con la implementación de políticas que le permitan al país alcanzar sus compromisos globales ambientales y al mismo tiempo permitir una mejor calidad de vida a los peruanos.

¿Qué políticas debería impulsar el Estado para favorecer el uso (y transición) hacia energías limpias?

La matriz energética de Perú está conformada por el 60% de generación hidráulica, 34% de gas natural y 6% de energía renovable (eólico y solar). Entonces es una matriz relativamente limpia, aunque todavía con un bajo porcentaje de energía renovable a pesar de que tengamos un contexto favorable a esa transición energética debido a las características naturales del país que tiene un alto potencial de parques eólicos en regiones clave como Ica, Piura y Lambayeque, altos niveles de radiación solar en el sur y aún un grande potencial hidráulico.

Con esas ventajas naturales, Perú tiene la posibilidad de ser un país modelo en cuanto a energía limpia. Ahora, otro tema esencial es el combustible que usamos en nuestros procesos industriales y en transporte, que son los dos sectores más emisores de CO2: también estamos en capacidad de pasar a lo eléctrico. La versatilidad del hidrógeno verde aquí será clave: como vector energético permite almacenar y transportar energía producida con fuente renovable bajo forma de gas o líquido, y transformarlo de nuevo en electricidad al llegar a su destino, aportando solución a la intermitencia de las renovables. El hidrógeno verde también puede ser usado como combustible.

¿Qué beneficios ha traído la alianza entre H2 Perú, la Asociación Peruana de Hidrógeno, y la Asociación Peruana de Energías Renovables?

H2 Perú recién se ha creado, estamos actualmente trabajando con los representantes de la SPR para realizar acciones en común. Esa alianza entre ambas organizaciones es esencial: efectivamente, generar un mercado en hidrógeno verde permitirá desarrollar capacidad instalada en fuentes de generación renovable no convencional.