La infraestructura fue declarada en emergencia en 2018 por problemas técnicos. Ahora se retoma la construcción que, en su punto culminante, incluye ocho turbinas que abaratarán el costo de la energía.

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El presidente colombiano, Iván Duque, anunció este miércoles (14 de junio) que la contingencia en la central eléctrica de Hidroituango ha sido superada y que su construcción fue reiniciada, con lo que en junio de 2022 entraría en funcionamiento la primera de las ocho turbinas que generarán energía para el país.

“El punto en el cual se encuentra la obra es el de retomar toda la construcción donde estaba antes de la contingencia que generó esta grave afectación hacia el mes de mayo del 2018”, explicó Duque durante una visita a la planta, ubicada en el departamento de Antioquia (noroeste).

La central eléctrica, la obra de generación continua de electricidad más importante del país, fue declarada en emergencia en mayo de 2018 por problemas técnicos al parecer consecuencia de supuestas irregularidades en los procesos de contratación de Empresas Públicas de Medellín (EPM).

La emergencia en la planta comenzó con un derrumbe que taponó el túnel que desvía las aguas del río Cauca, el segundo de mayor cauce del país, que quedaron represadas por el embalse en construcción.

Ante el peligro de que el caudal rompiera la presa, los ingenieros decidieron inundar el cuarto de máquinas cuya construcción estaba bastante avanzada y sacar el agua de manera controlada.

“Se ha recuperado el tiempo, se ha recuperado el trabajo y hoy tenemos una información que quisiera compartir con todos los colombianos, y es que para el mes de junio del 2022 esperamos tener la primera turbina funcionando y, de continuar exitosamente con el cronograma, tendremos la segunda hacia el mes de noviembre del 2022”, anunció Duque.

Según precisó el mandatario, las obras del proyecto avanzan en un 84,3 %, el mismo porcentaje en el que se encontraban en abril del 2018, y una vez comience su operación total, la central va a “abaratar el costo de la energía en el país”.

Entre el 12 y el 24 de mayo de 2018, durante el momento más crítico de la emergencia, los organismos de socorro debieron evacuar a 17.184 personas de poblaciones aguas abajo de la presa, por el riesgo de que el agua del embalse sobrepasara la presa de la hidroeléctrica.

Eso desató una crisis en la región del Bajo Cauca antioqueño y, en menor intensidad, en los departamentos caribeños de Córdoba, Sucre y Bolívar, regados por el río Cauca.

Un estudio revelado en septiembre del año pasado concluyó que la emergencia en la hidroeléctrica se presentó por una “conjugación de errores” en el diseño y construcción del proyecto.

El informe elaborado por expertos en geología y mecánica de suelos reveló que una “combinación de problemas no resueltos” entre diseños, supervisión y construcción provocaron la emergencia.

La aparición del estudio avivó la polémica que comenzó después de que el alcalde de la ciudad de Medellín (capital de Antioquia), Daniel Quintero, diera a conocer la demanda para resarcir los daños causados por el megaproyecto, lo que provocó entonces la renuncia de ocho miembros de la junta directiva de EPM.

Las autoridades confirmaron que el aumento en los costos de la construcción será de unos 2,1 billones de pesos (un poco más de 553 millones de dólares) y el costo total será de 18,3 billones (más de 4.821 millones de dólares).

Fuente: elperiodicodelaenergia.com