La Distribuidora Nacional de Sombreros logró abrir las puertas del mercado estadounidense, expandiendo su oferta de sombreros, pavas, cachuchas, boinas, ponchos, muleras, carrieles, ruanas, bastones y sombrereras.

C

on más de 46 años fabricando sombreros, la empresa antioqueña Distribuidora Nacional de Sombreros vende en Japón, Italia, Suecia, España, Portugal, Centroamérica y el Caribe, y ahora logró exportar por primera vez a Estados Unidos.

A través de ProColombia conoció a LSPACE, una empresa californiana que ya le aprobó cuatro muestras de sombreros. “Mientras existan cabezas vamos a seguir haciendo sombreros”, dijo Rafael Arbeláez, gerente general de la empresa. “Nos encanta el mercado estadounidense. Es un público demandante, relativamente cercano, de muy buen poder adquisitivo, y el Tratado de Libre Comercio nos otorga una ventaja sustancial para ofrecer la mayor cantidad de sombreros que podamos llevar a Estados Unidos”, añadió.

La empresa, que se fundó en Medellín el 26 de abril de 1977, surte a sus clientes con sombreros hechos a mano provenientes de cultivos de palma toquilla, los cuales sustituyeron campos de coca y amapola, dándole vías de trabajo directo e indirecto a más de mil familias campesinas alrededor del país.

Sus sucursales van desde Antioquia, su departamento principal, a todos los demás departamentos del país y de forma internacional, donde emplean alrededor de 45 personas.

“Una vez que comenzamos una relación con un fabricante, buscamos tener una conexión duradera con este. Nuestros equipos siempre están aquí para trabajar junto con el proveedor y responder cualquier pregunta”, agregó Davis.

Su historia empresarial fue parte del éxito con la empresa de Estados Unidos. “Los productos colombianos son de alta y confiable calidad. Siempre estamos buscando los mejores materiales, y los productores colombianos son capaces de crear objetos muy hermosos con sus recursos. Creo que Colombia tiene una gran oportunidad en varias categorías del mercado estadounidense. LSPACE se complace en ser una nueva empresa que utiliza los maravillosos proveedores y las capacidades de fabricación de Colombia”, explicó el director de producción de esta empresa minorista, Payton Davis.

Ahora bien, aunque la Distribuidora Nacional de Sombreros ha estado muy presente en el mercado nacional, su expansión por el mundo se dio gracias a ProColombia en ruedas de negocios. Estos negocios los llevaron a iniciar exportaciones hace 25 años, pero su mayor fuerza es el amor que le tienen una prenda que aseguran nunca pasará de moda.  “Es un complemento. No solo de la moda, donde se demanda constantemente, sino también un artículo para el trabajo y la protección solar. Es un accesorio hermoso, un artículo que cada día se hace más necesario en la vida cotidiana. Un ejemplo de esto es el caso del campesino, quien trabaja de sol a sol, lo cual hace del sombrero una herramienta indispensable y práctica”, concluyó Arbeláez.